QUIERO QUE SEA OTOÑO

Quiero que sea otoño. Que llegue el frio y con él mi viaje fuera del pueblo. No por el hecho de irme, ya que dejo atrás a muchas personas que me gustaría meter en la maleta, sino por el hecho de volver a ser independiente. De vivir de nuevo sin las reglas maternas, sin dar explicaciones, y sintiendo todo al máximo. Tengo ganas de que lleguen los dias de lluvia para poder liarme en una mantita en el sofá con un bol de palomitas y una tableta de chocolate... para poder salir a bailar bajo la lluvia, como siempre acabo haciendo. Para sentir esas gotas en la cara que me recuerdan que la vida es tan bonita como llegar empapada para tomar una taza de café calentito y una ducha interminable... para que me den un beso bajo la lluvia. Ese beso que espero todos los años y nunca llega, de esos en medio de un paseo cuando quitas el paraguas y te tiras a sus brazos sintiendo como la lluvia cala tu ropa... o los que llegan sin esperarlos, esos que de la sorpresa te dejan sin respiración. Pero sea del tipo que sea, yo seguiré soñando con mi beso bajo la lluvia, con las noches en vela escuchando el agua en el cristal, mientras me abraza y siento su respiración en el cuello, con pijamas de seda calentitos y patucos de animalitos. Con la calidez de dos cuerpos abrazados esas noches de frio que no quieres ni moverte para ir al baño, con susurros y respiraciones entrecortadas...

Soñar con paseos pisando las hojas secas de los parques, con cafeterias calentitas donde tomar una palmera de chocolate, con miradas inesperadas...y visitas ansiadas...

Contigo...