UNA SEMANA MÁS PARA QUERERTE
Qué relativo es el tiempo cuando se trata de olvidar. Qué rápido y qué lento a veces. Cuando se trata de curar no corre, sino que avanza, a paso danzante, entre los días, saboreando las horas, deleitándose con regocijo entre los minutos y segundos. Espero curarme de tí en unos días. No puedo darme más tiempo. Debo dejar de pensarte. Me receto tiempo, soledad y pañuelos. ¿Te parece bien que te quiera sólo una semana más? No es mucho, ni es poco, es suficiente. En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Y también al silencio. Porque las mejores palabras de amor están entre dos personas que no se dicen nada. Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama, ese que dice "que no dura lo mismo un segundo contigo que un segundo sin tí".
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo, a lo lejos. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura u olvidarlo en un cajón. No sirve, es cierto. Pero sigue estando ahi, en el aire, en forma de mariposa que viene y va. Y que vaya, y no vuelva.
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