GIRASOL

Como el último pétalo de girasol, radiante, que cae tras el paso del verano preparado para un nuevo otoño. Así fue cayendo el peso de los días sobre ella, triste y apesadumbrada por las largas noches frías en vela esperando, como quien espera lluvia en el desierto, una llamada suya. Vana esperanza y vano pesar, pero potente al fin y al cabo. "Suelen ser tus manos el mejor lugar para estar" se repetía de vez en cuando. Aparentemente frágil, realmente fuerte. ¿Cómo si no iba a resistir un corazón el pegamento de los pedazos? Estaba dispuesta a mantenerlo entero, aunque aquello significara el más duro de los inviernos. Total, luego llegaría el verano con los girasoles de nuevo, y eso la haría sonreír. #microcuento

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