LA CHICA DEL GIRASOL EN LA PIERNA

Con tus manos decoras los momentos de colores indescriptibles. Con tu mirada plena de luz contagias la alegría de sonreír. Tu voz es solo el susurro del mejor de los sueños que se puedan tener. Con tu sonrisa llenas de estrellas la noche más nublada y de arcoíris la lluvia más temible. No es posible concebirme sin tus abrazos y tus besos, esos que recargan las baterías de mi corazón como si de un campeonato se tratara, en el que gana quien antes consiga el máximo nivel de amor acumulado en un simple gesto. Cuando estoy a tu lado consigues juntar nuestros mundos, reduciendo la eternidad a un solo momento, el ahora. Mi cama sabe diferente cuando la compartimos, es como si durmiéramos en una nube de chocolate que nunca se cansa de acogernos. Oír cómo me llamas es la mejor de las melodías que mis sentidos hayan podido experimentar. Porque tú eres un regalo del destino, de esos que no te cansas de recibir. Eres la suerte de todas las partidas juntas, una caja de la que nun...

Puedo ser quien quiera ser, pero jamás seré lo que otros quieren que sea. ¿Sabes quién soy? Soy esa ráfaga de viento en pleno verano. Soy ese chupito de tequila de un viernes por la noche. Soy esa canción que no puedes dejar de tararear. Soy esa pregunta que no tiene respuesta. Simplemente soy yo. Sincera, alocada, algo bipolar y un poco enfadona. Tengo mal carácter, actúo sin pensar y caigo más de dos veces en la misma piedra. Adoro lo difícil y me enamoro de lo imposible. Soy cabezota y a veces puede parecer que todo me da igual, pero no es así. Siempre busco mi felicidad, aunque acabe consiguiendo la de todos los que me rodean menos la mia precisamente. Pero a pesar de todo, siempre, me verás con una sonrisa en la cara... Aunque por dentro sea pura tempestad.

Me dice Noviembre que son tiempos de cambios. De miedos y dudas, de novedades, de ti y de todo, y de nada. Me dice Noviembre que tenga paciencia, que me deje querer. Noviembre dice que el amor no duele, y si duele es que no es tu talla. Me dice de canciones inconclusas, de pretextos inmaduros y de una vida escrita a lápiz. Me dice de nosotros, de lo que es y pueda ser, quizás. Me dice que diga lo que diciendo en silencio te susurro a gritos. Me dice que me pierda, que coja el próximo tren y que desdibuje mi sonrisa fingida y la pinte de verdad. Me dice noviembre que despierte, que los ángeles siguen estando ahí, disfrazados de amigos o amores pasajeros. Me dice que te mire, que te sienta y respire. Que te bese y me olvide. Que te piense y suspire. Que te de y que te quiera, sin esperar a cambio, sin preguntarme tanto. Que confíe en mi voz y en la tuya. Me dice Noviembre que quizás seas tu o no, pero que en este momento es lo que quiero, aunque en un principio te negara mil veces p...

Como " escritora en prácticas " y por petición expresa, esta entrada va a ser una Cuquinada . Pero de las de una y no más. Y esta cuquinada es para ti, bichillo que me quita el sueño. La pequeña de la casa, la que se adueña rápido rapidito de mis cosas, la que gruñe que apague el móvil cuando es a dormir. La que se echa fotos todas las tardes (y solo en una de cada 30 salgo yo ¬¬) la que se plancha el pelo y parece que le ha tocado la lotería de contenta, la que se pone a estudiar y le entra hambre... La que usa más mi ropa que yo y planea grabarme a todas horas, la que hace que mis tardes se pasen volando, la que me roba choco-boms. La más cuquipetarda del mundo mundial.  Quiero que conozcas mundo, pero sin alejarte demasiado. Que disfrutes pero sin desmadrarte. Que te emborraches pero que aun tambaleándote camines hacia delante. Que experimentes, que rias y llores, que vivas. No solo quiero que crezcas, quiero que florezcas al mismo tiempo. Como rosa, clavel, margarit...

Te confieso...Que aún te pienso. Solo cuando quiero recordar por qué hoy estoy aquí y por qué mis pasos marcaron distancia entre tus besos. Te confieso que amo tu ausencia y el silencio que dejaron los abrazos de aquel mayo sin sol. Te confieso que me equivoqué una y mil veces. Que tropecé en cien ocasiones con la misma piedra hasta deshacerla en arena. Y que mis intentos de conseguirlo sumaron una larga lista de fracasos. Pero a pesar de todo, si pudiese dar marcha atrás, te confieso que volvería a equivocarme. Volvería a tropezarme, volvería a caerme. Porque a medida que las heridas fueron siendo más grandes, más dolorosas, hubo un día en que dejaron de doler. Hubo un día en el que las lágrimas fueron cada vez más dulces y descubrí que las caídas me hacían más fuerte. Que cada vez que volvía a ponerme en pie, en mis piernas se iban dibujando músculos nuevos, más duros, más firmes. Y en un intento torpe de encontrarme, descubrí que mis hombros sujetaban unas pupila...