MIL VECES MÁS
Cuando le dije que ya no quería volver a saber del amor me dijo ofuscado "¿en serio? ¿Con sólo dos amores ya te rindes?". Cierto, sólo dos amores que me han hecho levantar un muro más grande que la muralla china. No les reprocho nada a ellos, sino a mí, que entrego sin límites y no aprendo que cuando arriesgas mucho la caída duele mucho también. Pero pensándolo mejor, no voy a rendirme. Voy a volver a entregar mi corazón de nuevo a quien no lo merezca, a estamparme contra el suelo mil veces más, a reír y a llorar, y a volver a levantar el muro piedra a piedra después. Yo soy de las valientes, aunque camine mirando al suelo por miedo a ver de nuevo unos ojos que me sonrían...