Todos los poetas hablan de la valentía del amante que se aleja de su amor por un bien propio. Pero ninguno habla del vacío que se queda en el alma, de las noches oscuras. De los despertares sin ilusión, de los días sin cambio. Del dolor del corazón que impide dormir...
Ninguno habla de las horas perdidas pensando en quien se ha dejado atrás. De los recuerdos que atormentan las horas de conducción. 
Si, hay que ser muy valiente para irse, pero también para sobrevivir. Porque hay amores de los que uno no sale vivo... solo sobrevive. 
         Amor, ojalá algún día dejes de doler.

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