MICRORRELATO
(Querido lector, dale play al vídeo de abajo, cierra los ojos un minuto, y comienza a leer. Hay momentos que son más bonitos con música.)
Parecían tan grandes los amores pequeños, tan bonitas las noches de lluvia. Precían gigantes sus brazos cuando le rodeaba a la luz de la luna...
Parecían tan grandes los amores pequeños, tan bonitas las noches de lluvia. Precían gigantes sus brazos cuando le rodeaba a la luz de la luna...
Descolgó al cuarto tono de llamada:
- ¿Si?
- Noa, soy Pedro. Sé que no son horas pero no he podido evitar llamarte.
- Hola Pedro, no tenía tu número guardado, soy un desastre.
- A eso llamo.
- No entiendo...
- Nosotros, somos un puñetero desastre. Escúchame: estoy enamorado de ti, hasta las trancas. Como un gilipollas.
- Pedro, no sé qué decir.
- No tienes que decir nada, he sido yo el que ha llamado. Sé que estoy un poco borracho y estas son las llamadas que deben evitarse hacer, pero no quiero. Porque si no te digo esto ahora, no voy a ser capaz de decírtelo mañana. Y quiero decirte, además, que..
- Pedro, es mejor que hablemos de esto en otro momento, no creo que estés en condiciones de...
- No, es ahora o nunca. Y quiero decirte que dueles, y mucho. Que no sé en qué momento empecé a sentir esto, pero cuando te tengo cerca no puedo evitar temblar como un flan, mirarte de reojo para ver si me miras tú, que no hay un sólo momento del día que no piense en ti, que me duermo soñando con tus ojos, que...
- Pedro, para por favor. No es momento de hablar estas cosas, y mucho menos por teléfono.
- Me da miedo mirarte a los ojos y ver tu rechazo. Porque sé que me he tirado al vacío sin cuerda. Que después de saber esto nada será como antes, porque sé que no sientes lo mismo por mí, y por eso dueles.
- Pedro, yo...
- No, no quiero que digas nada. Solo que lo consideres. No tiene que gustarte, al fin y al cabo esas cosas no se eligen. Sólo quiero que lo sepas. Voy a colgar y a dejarte dormir, o eso espero. Día a día se nos va la vida, y no quería dejar pasar un minuto más sin habértelo dicho. No te sientas mal ni me rehúyas por favor. Tan solo siéntelo, y déjate llevar. Mañana será un nuevo día, y esté o no aquí, tu eres y serás siempre mi último pensamiento...
- Pedro, esto no me gusta...
- Hay muchas cosas de la vida que no nos gustan, pero no por ello están de más. Cierra los ojos, piensa en lo que te he dicho, y escucha a tu corazón. Sé que no tengo nada que hacer, pero al menos no me arrepentiré de haberlo intentado. Eres la poesia mas linda que la vida susurra a mis oídos. Te quiero.
Y colgó, sin dejarla despedirse, sin querer escuchar nada más. Porque cuando te lanzas al vacío nada más importa. Porque cuando te sacas el corazón del pecho, dejas de sentir. Pidió una copa más, y pensó en su mala suerte en los temas del amor. Pero sonreía, porque, esta vez, había sido valiente. Estaba dispuesto a tirar su corazón por la borda una vez más, aunque doliese. Porque, al fin y al cabo, la vida es demasiado corta para no atreverse...
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