Y UN DÍA EL MUNDO SE PARA...
Y descubres que querer a alguien que no
te quiere es lo mismo que esperar un tren en un aeropuerto, algo inútil e
imposible, y te das cuenta de que nunca nada va a cambiar y que todo
seguirá igual. Que puede que te pidan mil veces perdón, pero que todo
será inútil porque no lo siente en su corazón. Y entonces te das cuenta
de que el caos se apodera de tu vida, el mundo que conocías se va
derrumbando poco a poco, y decides poner punto final a una situación sin presente y sin futuro.
¿Y ahora qué?
Ahora, amiga, debes de ser fuerte y recoger cada trocito de tu corazón
que está hecho mil pedazos. Ahora es momento de ponerse en pie mirar
hacia adelante y no volver a pensar en ese pasado. Recuerda, cariño, la
cabeza bien alta, que tu no hiciste nada malo, solo enamorarte de un ser
que no se merecía tus besos, tus caricias, tus abrazos ni tu pensamiento. Ahora es
momento de sacar fuerza y usar esa rabia para volver a creer en ti.
Porque recuerda que el amor verdadero es la única riqueza que no se compra ni se vende. Se regala a quien lo merece y se quita a quien no lo supo valorar...
Porque recuerda que el amor verdadero es la única riqueza que no se compra ni se vende. Se regala a quien lo merece y se quita a quien no lo supo valorar...
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