NOVIEMBRE

Querido Noviembre, ya se que a estas alturas no estamos para darte la bienvenida, pero si para pensar en las cosas que estan pasando estos días. Que ya no te escribo tanto como antes, pero es que estos meses grises activan la melancolía. Ha habido muchos cambios desde el año pasado. Gente que permanece, que se ha ido, y que ha llegado. Que ha reaparecido, que he olvidado. Que tu y yo hemos cambiado mucho. Antes solías ser más frio y lluvioso, ahora en cambio, aunque no te reprocharé la lluvia, si que te estás pasando con este calor que no pega en estas fechas. ¿Que quieres saber de mi? No ando muy inspirada ultimamente. Creo que he crecido mucho como persona. He aprendido a valorar las cosas que tengo y las que no. A las personas que me acompañan día a dia. He aprendido a priorizar, y a quererme primero a mí misma. Ya me da igual la apariencia física, me conformo con una buena conversación un día cualquiera. Ya no me entristece estar soltera, de hecho, lo he elegido yo; aunque he de reconocer que tengo mis momentos en que haría cualquier cosa por un abrazo cálido.

He aprendido a  no tener tapujos, y decir las cosas claras. A veces suena un poco fresco, pero me niego a hacer algo que no me apetezca. Estoy sacando mi egoísta responsable. Soy más sencilla, y más fría. Precisamente este punto está llegando a preocuparme un poquitín, ya que está haciendo que muy pocas cosas me afecten, y eso me da miedo. Ya no recuerdo cuándo fue la última vez que lloré, aunque no por ello es mala señal, al contrario: estoy aprendiendo a no preocuparme por cosas banales, ni a obsesionarme por cosas sin solución.

Ya no me preocupa el hecho de gustar o no. Soy como soy, y me gusto a mí misma, de modo que el resto me da igual. He llegado a salir los sábados sin arreglarme, y me lo sigo pasando genial. Incluso, ¿quién iba a decírmelo? me he cortado la melena. Sí, mi larga melena ha desaparecido para dejar paso a un pelo cortito y muy sano. No voy a negar que muchas veces me acuerdo de mi pelo largo, pero no me he arrepentido aún.
He perdido unos cuantos kilos, y ahora me veo estupenda. Me he vuelto más exigente, demasiado quizás. Sobre todo en el tema chicos. Muchas veces me entristece, porque no considero tampoco que yo sea algo excepcional, pero tengo tan claro lo que no quiero que me es difícil encontrar lo que sí. En fín, quizás sea solo cuestión de tiempo. 

Por eso, bienvenido mediados de septiembre, pórtate bien el resto del mes, ¡que yo estoy de vacaciones!