Sentí miedo. Durante un segundo, o dos. Dos segundos que te paralizan y no sabes reaccionar. No sabes si preguntar o hacer como que no lo has oído, o tomártelo como lo más normal del mundo. La frase desencadenante de este lapsus fue: "anoche me metí tres rayas, porque encartó", lo que vino antes y después de la conversación ni siquiera lo recuerdo. La ironía viene cunado una hora antes estaba viendo un documental sobre drogas en el que contaba como Michael Jackson había muerto por posible sobredosis de fentanilo. Agárrate que vienen curvas. Lo peor de todo, es que esto te lo dice una persona a la que le tienes cariño, y que te lo dice como lo más normal del mundo. Y es esto lo que me ralla. Como enfermera manejo material en cuanto a drogas, obviamente, pero nunca había pensado en ellas fuera de una UCI. Lo que me hizo pensar dos cuestiones: o yo soy muy rara y me escandalizo porque estos temas me acojonan un huevo y nunca pensé tenerlos tan cerca, o es lo más normal del mundo que la gente se drogue los fines de semana y yo ni siquiera me doy cuenta. ¿Que cojones pasa? No quise saber más. No pregunté nada y me quedé en silencio. No se si llegó a afectarme saber aquello, no tendría por qué, pero me sorprendió. Me asustó. Porque quizás nunca llegamos a conocer a nadie realmente. Quizás el chico que te atendió el fin de semana en el bar también se había metido tres rayas para llevar bien la noche de trabajo, o el operario que te lleva las cuentas también necesite unas cuantas para echar el día atrás. Joder, la gente está zumbada ostias. No hablamos de ser mejor o peor si te drogas o no. Hablamos de algo mucho más serio: de fallos multiorgánicos, de parálisis cerebrales. Hablamos de joderla con los que te quieren, o de incluso tener un accidente y ni siquiera llegar a casa. Hablamos de la muchisima mierda que llevan las drogas y de los efectos desconocidos que pueden tener. De la toxicidad para los órganos. De no ser tú quien actúa en esos momentos, de estar fuera de control. Que si, que todos controlamos y no pasa nada. Que de algo hay que morir. Ostias, si de verdad quieres morir en vida prepárate unas oposiciones, pero no me jodas. Todo esto no es una charla anti drogas, ni mucho menos, es un toque de atención para cuando me toque atenderos en la UCI poder deciros en la cara "¿te preparo otra ralla más, o has tenido suficiente?"

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