Lo malo de ser un desastre es que pierdes cosas. Lo bueno es que las encuentras cuando menos te lo esperas. Eso es precisamente lo que ha pasado con este texto. Lo he encontrado de casualidad dentro de un libro, manuscrito, y me ha sorprendido leerlo. No sé cuando pude escribir esto, hace ya unos años, supongo. Me imagino a quien pudo ir dirigido por el libro en el cual se encontraba, pero es precioso:
Supongo que el tiempo nunca estuvo de nuestro lado. Eres en mi mente el mejor hombre que he tenido la oportunidad de conocer. No me arrepiento de nada de lo que hemos tenido, y siempre ocuparás un lugar especial en mi corazón. Contigo todo es diferente: las palabras se deslizan con suavidad a través del espacio y de los días. Cuando te conocí, sentí que estaba destinada a ello, llámalo cursi o patético, pero contigo he aprendido muchos valores, y me has hecho crecer como persona. Me gusta recordar tu mirada, que habla por sí sola, y tu risa tan característica, que siempre es contagiosa. También vuelven a mi mente algunas de las palabras que siempre me decías, y con ellas, una sensación de soledad que me toma por sorpresa. Quiero que sepas que el momento más doloroso de mi vida ha sido tener que decirte adiós mientras me abrazabas.
Creo que el momento en que llegaste a mi vida fue el menos indicado (si eras tú, pero no era el momento). Era un periodo de mi vida en el que aun seguía construyendo la imagen que tenía de mí misma, en el que aun intentaba comprender quién era y a dónde iba. Me ha encantado compartir estos meses contigo, esas ganas enormes de verte cada día y abrazarte. Esa forma tan especial de mirarme. Lo que siento por ti es real, y no ha cambiado. Y quiero creer que tú me querías de la misma forma. Te quiero como nunca he querido a nadie, y eso es lo que más me apena. quiero pensar que quizás más adelante sea posible, me aferro a tus últimas palabras: "no es un adiós, sino un hasta luego". Y si tu sientes lo mismo que yo nos daremos otra oportunidad. Yo estaré esperándote con los brazos abiertos, y el corazón también.
Si hay algo que quiero y puedo agradecer es simplemente haber tenido la oportunidad de caminar a tu lado, de saber como era despertar contigo a mi lado las mañanas que pudimos estar juntos. Nos tuvimos el uno al otro, y eso jamás lo olvidaré.
Te quiero.
Resulta extraño leer esta palabras años después. Te das cuenta de que el tiempo pone todo en su lugar. Que conoces gente nueva y vuelves a sentir eso que nunca creíste, y multiplicado con creces. Compruebas que de amor no se muere, y que la vida, cuando te quita algo, siempre es para traerte algo mejor. También que soy una romántica empedernida que suicida su corazón a la mínima oportunidad, pero vida solo hay una, y yo pienso llegar al final con el corazón hecho jirones, y mil historias que contar de cada trozo de él remendado. Dicen que ningún poeta tuvo el corazón intacto...
Si hay algo que quiero y puedo agradecer es simplemente haber tenido la oportunidad de caminar a tu lado, de saber como era despertar contigo a mi lado las mañanas que pudimos estar juntos. Nos tuvimos el uno al otro, y eso jamás lo olvidaré.
Te quiero.
Resulta extraño leer esta palabras años después. Te das cuenta de que el tiempo pone todo en su lugar. Que conoces gente nueva y vuelves a sentir eso que nunca creíste, y multiplicado con creces. Compruebas que de amor no se muere, y que la vida, cuando te quita algo, siempre es para traerte algo mejor. También que soy una romántica empedernida que suicida su corazón a la mínima oportunidad, pero vida solo hay una, y yo pienso llegar al final con el corazón hecho jirones, y mil historias que contar de cada trozo de él remendado. Dicen que ningún poeta tuvo el corazón intacto...
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