EL CORAZON SI DUELE

Recuerdo ahora a menudo cuando me decían de pequeña que el corazón no duele, probablemente porque a quien me lo decía no se lo habían roto ninguna vez. Es una sensación extraña, como un pellisquito ahí donde se encuentra, un pesito permanente que notas día a día. Como cuando estás nerviosa pero en el corazón. Esa sensación de angustia cuando ha pasado algo malo y el crazón rápido se encoge: eso es lo más parecido que yo he sentido a tener el corazón roto. Pero permanente. Y duele. Y duele aún más cuando lo veo a él tan sonriente de fiesta... Y duele aún mas cuando ya se que ha conocido a una chica. Y ojalá este dolor pudiera transmiterse y quitarse de encima, porque yo se lo mandaría a él, para que sepa lo que se siente, para que sienta lo que duele. Aunque siendo honesta conmigo misma, pensé que iba a dolerme más el hecho de saberlo. Me duele, pero al llevar tanto tiempo ya esperando algo de él sin respuesta se hace más liviano.
Pero a pesar de todo, pienso en él. A pesar de saber que ya no va a volver a hablarme, de saber que si no lo ha hecho en este tiempo ha sido por algo, a pesar de saber que cuanto más tiempo pase más me habrá olvidado.
Es injusto que quien te da los mejores momentos también te de los mayores sufrimientos. Debería estar penado con la justicia, asi al menos con la indemnización podría darme un viaje infinito y no volver a verlo...
No me gusta esta entrada del blog, pero no tengo ganas de escribirle nada bonito. Mi animo ahora es como ausente, porque no es capaz de reaccionar. Tengo ganas de llorar pero no me salen lágrimas, tengo ganas de gritar pero no tengo voz, pero lo mejor de todo es que ni siquiera mi mente tiene ganas de pensar, y es lo agradezco en estos momentos.
Quizás mañana sea un buen dia, ojalá no lo vea es ta noche.

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