UNA PRIMERA CITA ESPECIAL

Como sin darme cuenta, ese chico que conocí de la nada ha ido ganándose un huequito en mi vida. Ese que llegó el día de la exposición en la iglesia e hizo que con su sonrisa la noche se me hicieran minutos. El domingo improvisamos nuestra primera cita. A mi me apetecía verlo y parece que a él también, porque estaba con Edu en la terraza y me llego un whatsapp preguntando como iba la tarde. La tarde iba bien, a excepción de que me quedaba sola en breve. ¿Sola? Me pregunto si iba a salir y le dije que me iba pronto a lo que me respondió si me apetecía tomar algo. Claro que me apetecía! Nuevo plan para el domingo. Fui por el cuqui car y lo recogí en la avenida. He de reconocer que con su perfume ya me tenía ganada, porque fue montarse en mi coche e impregnarlo todo de una colonia que olía para morirse! Y si la acompañaba de su sonrisa ya teníamos el plato del día!  jajajaja fuimos a la terraza de nuevo, yo un poco sonrojada porque esto es nuevo para mi. Empezamos a charlar y las horas se me hicieron minutos. Es sorprendente como quien menos te lo esperas puede causar un efecto en ti. Me dijo que llevaba tiempo queriendo invitarme a algo pero le daba vergüenza. Y charlaba por los codos! Pero lo más importante es que me sentí super cómoda, a gusto. Porque sus palabras eran amables, no queriendo ligar sino disfrutando de un buen rato. Sin querer me tocó la mano y se sonrojo un poco, y lo sentí suave, le sonreí y seguimos hablando. Atento y simpático. Acogedor. Hasta que todo se vio frustrado por un montón de llamadas y whatsapp de carlos  que si quería cenar con el. Rubén me dijo que carlos había entrado y nos había visto, de ahí la explicación de las llamadas; Porque en ese momento se dio cuenta de que me quería de nuevo. Pero en ese momento quizás mi corazón se dio cuenta de que me había sentido especial por una tarde, y quizás eso fuera lo que me estaba esperando desde hace tiempo. No fui a cenar con el porque por idiota me fui a cenar con Carlos, ni siquiera se el porque. De modo que quedaba pendiente una segunda cita, me dijo con una sonrisa. Al momento de dejarlo en casa me llego un mensaje que decía: "ha sido una noche genial. Sabía que eras un encanto pero no tanto" y hubo algo dentro de mi, además de mi sonrisa imposible de ocultar, que me hizo pensar, que se movió dentro, que sacó de nuevo el famoso "y si..."