LAS MARIPOSAS VUELVEN A TENER ALAS

Las palabras de Tania resuenan en mi cabeza bailando de aquí para allá: "si estás conociendo a alguien y él quiere volver no dejes de conocerlo por ese motivo, el te ha dejado y no ha mirado si te hacía daño o no". Y ese es mi dilema ahora. Como ha cambiado la historia madre mía! Y en cuestión de unos días. Has pasado de no hablarme ni mirarme a acaribillarme por wasa y querer quedar conmigo todos los días. El inconveniente de esto es que ahora soy yo la que no te pienso. Y esque aunque quiera negármelo a mi misma este chico me ha calado hondo, con tan sólo haber hablado tres o cuatro veces con el. Recuerdo esa conversación en la cita cuando me dijo que cuando hablaba conmigo era como si me conociera de toda la vida, y es que a mi me pasa lo mismo. Y me descubro mirando su Facebook a cada momento para ver sus fotos. Reconozco que no me atrae su físico, pero esque su forma de ser lo mejora con creces. Es esa paz que siento cuando hablo con el, y esa forma tan especial y amable de hablarme. Es esa sensación de vértigo que me entra cuando veo un mensaje suyo, y esa sonrisa boba que me sale cuando le hablo que me miro al espejo y no me reconozco. Es esa forma tímida que tiene de mirarme como sin querer hacer ruido... Y me descubro buscando algo de la casa que haga falta reparar para pasar por la ferretería. Tania dice que me he enamorado, y a mi me da miedo pensarlo, porque es demasiado rápido. Y estas tu de nuevo, que piensas que voy a volver contigo cómo si no hubiera pasado nada. Y mi mente me traiciona, porque ahora no pienso en ti, sino en esa sensación que me provoca él cuando me habla, cuando me roza sin querer y se sonroja... Cuando vuelven a florecer las mariposas dormidas de mi estómago, que eclosionan efusivamente provocando una caída libre que me obliga a sonreír...

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