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Mostrando entradas de octubre, 2015

MICROCUENTO

Me preguntó qué hacía despierta a las dos de la mañana, entre semana, cuando tenía que levantarme temprano al día siguiente. Le contesté que se me había espantado el sueño, no le dije que estaba esperando que me deseara buenas noches. Esas cosas no se dicen, o pierden la magia. Tampoco le dije que me hacía falta, ni que aun pensaba a veces en su sonrisa. Y no me dijo nada, como siempre. Pobre ilusa, hay cosas que nunca cambian...

UNA CHICA QUE ESCRIBE

No te enamores de una chica que escribe, o estarás perdido. Son las peores, créeme. Las conozco. Cuando menos te lo esperas tienes en tus manos un trozo de papel con maravillas que ni siquiera puedes creer. Y la miras y sigues sin poder creerlo. Son las peores. En un solo segundo te han regalado un trozo de ellas de un valor incalculable en siglos. Y lo peor de todo es que ese trozo de papel es inmortal, y lo ha hecho para tí. Tú, el que nunca tiene suerte ni quiere complicarse, tienes en tus manos un escrito que simboliza la eternidad, el no desaparecer nunca, su sonrisa mientras escribía, su corazón, sus manos, su tinta. Escuchame bien y no te enamores nunca, jamás de los jamases, de una chica que escribe. ¿Acaso quieres levantarte por las mañanas con un poema en la almohada? No. Ni que te lleguen citas de libros al móvil, sí, citas de las que te paras a pensar un segundo y realmente te dan miedo, citas de esas que te hacen sentir que eres tú quien pone las estrellas en el cielo. Tí...

UN TREN MÁS, QUIZÁS

Empieza a anochecer en la calle y se encienden las primeras farolas. Justo cuando comenzaba a sentir esas ganas inmensas de verte. Solo imaginarme tu pelo alborotado hacía que mis manos sudaran, impidiendome escribir. Y es que si sabía que venías a verme a las nueve, desde las siete yo ya era feliz. Feliz de poder pasar las horas a tu lado; de poder mirarte, de sentir tus manos. Y es que no había nada como tener un fin de semana libre para poder venir a verte. Y todos los trenes del mundo me faltaban si era para estar contigo. La magia que tiene un corazón enamorado no es comparable con nada de este mundo. Mueve montañas y seca mares, pesca gaviotas y caza corales. ¿Qué tendrá esa magia que nos hace no ser dueños de nosotros mismos?

UN ESCRITOR Y SUS MUSAS

Si un escritor se enamora de ti, nunca morirás. Es cierto que quien escribe siempre espera ser leído, por más o menos personas, pero tambien es cierto que siempre se escribe para alguien en especial, esa persona a la que hacemos inmortal en cada letra. Cada frase lleva un significado incrustado de recuerdos, o promesas, o sueños. Y cada frase guarda la esperanza de ser leída y despertar algo. Una nueva oportunidad, un nuevo impulso, un nuevo "hola". Pero a veces no, a veces solo se trata se sacar fuera lo que duele dentro, de mirar a los ojos a esos fantasmas que tanto atormentan nuestras noches y decirle adiós sobre un papel a ese mal recuerdo...  ¿Que planes tienes para los próximos 30 años? Yo con un lápiz y un papel... quién sabe.

SI UNA CITA TE INSPIRA, ESTÁS PERDIDA

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Aún sonrío al pensar en esa cita de Gabriel García Márquez que me impulsó a darle una oportunidad: "Dile que sí, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no". Y loca como estaba, cogí mi corazón roto y lo puse junto al suyo (para que lo rompieras aún más). Sé que nadie va a hacerme sonreir como lo hacía él, ni va a mirarme de la misma forma. Que no sentiré lo mismo nunca más con nadie, porque todos somos irrepetibles. Pero quizás se trate de eso: de no encontrar alguien como él, sino alguien que no tenga miedo de quererme. Porque en el fondo sé que es miedo. Pero si le tienes miedo al corazón estás perdido... "Hoy, voy a llorar por tí y por mí, y a desear con todas mis fuerzas no volver a encontrarme contigo."

LOS DÍAS DE LLUVIA

Los días de lluvia una escribe al viento, a la nada, a tí. Escribe sentimientos que jamás serán leídos. Llora en silencio y suspira. Los días de lluvia son traicioneros. Basta con ponerte una canción y que miles de lágrimas bailen sobre tus mejillas. Lo echas de menos y lo sabes. Y no quieres saberlo, ni soportarlo. Los días de lluvia solo piden abrazos. Te piden a ti...

AROMAS

Es increíble lo que un olor te puede transmitir, de repente te traslada a un momento y sientes que lo vives otra vez... Un olor tiene una historia hablando sola. Como cuando te sumerges en un cálido abrazo e inspiras su aroma: ese momento único que revives cada vez que te cruzas en la calle con ese mismo olor. Esa forma de cerrar los ojos para disfrutarlo de nuevo. O como la primera vez que hueles su colonia, ese dulce elixir que te acompaña cada vez que piensas en él. Podrá cambiar el mundo, perderse, pero ese aroma y todo lo que te hace sentir, seguirán vivos en tí. O como la primera vez que pruebas un vino en un restaurante solitario, ese momento en que cierras los ojos y piensas que estás en el lugar indicado, con la persona indicada, quizás. Pocas cosas transmiten tanto como un aroma. Sin decir nada lo dicen todo. Olor a tabaco, a espuma de afeitar, a flores... Es el único de los sentidos que nos da una visión completa de todo. Prueba a oler esa colonia de hombre que tanto te g...

UNA SEMANA MÁS PARA QUERERTE

Qué relativo es el tiempo cuando se trata de olvidar. Qué rápido y qué lento a veces. Cuando se trata de curar no corre, sino que avanza, a paso danzante, entre los días, saboreando las horas, deleitándose con regocijo entre los minutos y segundos. Espero curarme de tí en unos días. No puedo darme más tiempo. Debo dejar de pensarte. Me receto tiempo, soledad y pañuelos. ¿Te parece bien que te quiera sólo una semana más? No es mucho, ni es poco, es suficiente. En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Y también al silencio. Porque las mejores palabras de amor están entre dos personas que no se dicen nada. Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama, ese que dice "que no dura lo mismo un segundo contigo que un segundo sin tí". Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo, a lo lejos. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarl...

TAN TÚ, TAN CAFÉ

Cuánto da de sí una taza de café, cuántas frases salen despavoridas alrededor de esa palabra, y su significado. Tardes de espera, madrugadas de sueño. Y sin embargo, todo es tan tú, tan sepia, tan marrón. ¿Que tendrá el otoño que tanto inspira a los poetas? O ¿Será que sus musas se hacen ver más de lo debido? El otoño, desde su inicio, siempre simbolizará esa pequeña taza de café, esa semilla que comienza a echar raíces forjando un gran tronco marrón, robusto y duradero, pero solo en apariencia. "No resistirá las llegada de la primavera", y así fue. Antes de poder florecer lleno de colores, al gran tocón café se le cayeron las hojas, se desvaneció, como de la nada. Tan sí, y tan no. Tan tú, tan café.

CICATRIZACIÓN DE UN CORAZÓN

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Como todas las heridas, los corazones rotos llevan un proceso de cicatrización, más rápido o más lento dependiendo del jarabe tomado. Eso sí, debe pasar poco a poco por todas sus fases, desde la rotura hasta su completa unión, quedando finalmente un corazón meramente lastimado, pero más sabio, y con más miedos. Miedo a las recaídas, las puñaladas, los rasguños, las preguntas inesperadas, los recuerdos sobresaltados... Porque no debemos engañarnos, un corazón roto ya no vuelve a ser el que era, puede seguir regalando amor a raudales como al principio, sí, pero ya no de la misma forma. Esa cicatriz que quedó se vuelve dura e inservible, incapaz de sentir nada, proporcional al daño recibido. Ese es el riesgo que conlleva sacarse el corazón y dejarlo en manos de otra persona. Si ya siente miedo cuando lo sacan de su caja, imagínate cuando ha sido lastimado... Porque los corazones no buscan su otra mitad, como siempre nos han hecho creer, ya están suficientemente enteros por sí solos. Busc...

CUANDO SEPAS DE MI

"Cuando sepas de mí, tú disimula. No les cuentes que me conociste, ni que estuvimos juntos, no les expliques lo que yo fui para ti, ni lo que habríamos sido de no ser por los dos. Primero porque jamás te creerían. Pensarán que exageras, que se te fue la mano con la medicación, que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto. Te tomarán por loca, se reirán de tu pena y te empujarán a seguir, que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar. Cuando sepas de mí, tú calla y sonríe, jamás preguntes qué tal. Si me fue mal, ya se ocuparán de que te llegue. Y con todo lujo de detalles. Ya verás. Poco a poco irán naufragando restos de mi historia contra la orilla de tu nueva vida, pedazos de recuerdos varados en la única playa del mundo sobre la que ya nunca más saldrá el sol. Y si me fue bien, tampoco tardarás mucho en enterarte, no te preocupes. Intentarán ensombrecer tu alegría echando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas, y no dudarán en arrojártelo ...

SENSACIONES

Hay sensaciones difíciles de expresar con palabras. Sensaciones como la que te aborda cuando te encuentras con la persona por la que serías capaz de dar todo y sin embargo, hace como que no te ve y ni siquiera te saluda. Pero lo bueno que llevan esas sensaciones indescriptibles es que son inmensamente poderosas, y te cautivan. Y te hacen madurar en un segundo todo lo que no has sido capaz en meses. Me gustan las sensaciones así, poderosas y docentes.

UN NOMBRE

¿Cuál es ese nombre que tanto te atormenta? ¿El que buscas entre las paredes pintadas y las esquinas de los cuadros? ¿El que no eres capaz de pronunciar porque te tiemblan las manos? ¿El que sangra en tus labios? - No hay ninguno... Ninguno como el suyo. Ninguno que al oírlo me transporte a otra ciudad y a otro tiempo, a otra forma de ver las estrellas y bailar bajo la lluvia, a otra costa nevada con hielo derretido... Entonces existe. Un nombre. Especial. Con dueño. - Existe, pero existió. Aún le temo al café...

GIRASOL

Como el último pétalo de girasol, radiante, que cae tras el paso del verano preparado para un nuevo otoño. Así fue cayendo el peso de los días sobre ella, triste y apesadumbrada por las largas noches frías en vela esperando, como quien espera lluvia en el desierto, una llamada suya. Vana esperanza y vano pesar, pero potente al fin y al cabo. "Suelen ser tus manos el mejor lugar para estar" se repetía de vez en cuando. Aparentemente frágil, realmente fuerte. ¿Cómo si no iba a resistir un corazón el pegamento de los pedazos? Estaba dispuesta a mantenerlo entero, aunque aquello significara el más duro de los inviernos. Total, luego llegaría el verano con los girasoles de nuevo, y eso la haría sonreír. #microcuento