COSA DE BORRACHOS

Un brindis por las miradas tímidas y acompasadas, por los pensamientos inconfesables, por las risas insostenibles. Por lo que somos y nunca seremos. Por lo que despertamos y nunca dormiremos. Un brindis por lo humano, la buena música y los bailes a deshoras. Por ti y por mi, por los que les caemos bien y los que les caemos mal, a fin de cuentas qué más da. Un brindis por los amigos. Por las cosas perdidas que no vamos a recuperar. Por lo que pudo ser pero no nos atrevimos. Por los amaneceres inesperados y las ilusiones repentinas. Por los sentimientos ahogados en lágrimas que un día soltamos. Por la compañía acertada.
Un brindis por la suerte, las oportunidades y sus celebraciones. Por todas las cosas deliciosas, incluídos tus labios. Por los coloquios improvisados y sus conclusiones. Por los pequeños momentos de felicidad que hacen que un día cualquiera sea inolvidable. Por los viajes, las prisas y los reencuentros. Por todo lo que tenga que ver contigo, aunque aún no lo sepas.
Un brindis por el miedo que hace latir nuestros corazones, por el sudor de las manos tras una caricia demasiado pensada, por esa sonrisa en la calle que nos hace volver la cabeza. Por ese irreal desconocido llamado amor, por su regreso y espejismo...
Por nunca quedarnos quietos.
Por siempre sentirnos libres,
                                                como el viento.