FEBRERO
Febrero. El mes de los amores y romances. El patito que navega buscando compañía. Este mes de frío y alegrías. De carnaval. El que recuerda que todo sigue adelante, y tras la cuesta de enero viene la suya. El que susurra amaneceres fríos e impresionantes. El que te mira a los ojos cuando ya no puedes más y agachas la cabeza. El odiado por unos y amado por otros tantos.
Febrero me cuenta que llegan tiempos distintos, que no será tan duro como Enero. Que me acompañará en los viajes y me ayudará a cerrar la maleta de las vivencias. Que volverán las lluvias y la inspiración de esos días. Febrero me asegura que un San valentín en carnavales va a ser mucho más divertido. Que los amores llegan cuando menos te lo esperas, cuando no te das cuenta y ya estas sonriendo. Que olvide ese día meridiano y piense en sus atardeceres en la playa. Que siempre habrá un día especial por aquellos que me quieren. Febrero no quiere que lo quiera. Se conforma con que solo contemple la imposibilidad tan obvia de quererlo. "Como el guante izquierdo enamorado de la mano derecha". Me dice que los días se irán haciendo más largos y menos eternos. Que no suelte mi compañera de viajes con ruedas porque vamos a unirnos más que nunca. Que no quiere que me quede a punto de hacer algo, ni sea una más de los muchos que se preguntan por qué en algún momento no hicieron lo que habían pensado hacer. Febrero y sus misterios, y sus encuentros casuales donde lo menos casual es el encuentro en sí. Sus atardeceres y sus poemas frente al mar, la brisa acariciando mi cabello y la arena jugando entre mis dedos.
Febrero habla de huídas... Es un loco suicida que dice que se viene conmigo, y yo encantada.
Febrero habla de huídas... Es un loco suicida que dice que se viene conmigo, y yo encantada.
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