APRENDIZAJES

"Quédate conmigo hoy, vive conmigo un día y una noche, y te enseñaré el origen de los poemas" -Walt Withmann. Aun recuerdo el día que decidí regalar esa nota, sin esperar consecuencias. Iba acompañada de una cajita repleta de fresas de gominola. Dulce, especial. Un primer regalo atrevido quizás, soñador en demasía por supuesto. Pero cuando decides apostar por alguien es como que los miedos se hacen más pequeños, imperceptibles, o combatibles. Puedes contra ellos y contra el mundo si hace falta. Y eres tan fuerte y tan valiente, que ni siquiera te preguntas si esa otra persona apuesta por tí. Lo das por hecho, o ni siquera te lo planteas. Quizás hay cosas que es mejor no saber... y que se saben con el tiempo.
El tiempo es la clave de todo. El que da todas las preguntas y respuestas. El que nos hace reir y llorar, pero sobre todo, el que enseña. Nos hace madurar de pensamiento y personalidad. El tiempo te enseña quién sí y quien no. Quién a veces, y quién para siempre. Quién quizás, o quizás no. Pero sobre todo, te enseña a no mirar hacia atrás demasiado, a seguir adelante. Pues cada decepción es aprendizaje: aprendemos de los errores, del dolor, de los momentos de fragilidad y los de felicidad, de la confianza, las acciones y omisiones, de las personas.
No le tengas miedo a aprender, así es como realmente se vive...

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