¡CAMARERO! UNA CORAZA O DOS, POR FAVOR
Algunos días te levantas con las palabras en los dedos, y salen solas. Y son ellas las que te hablan. Te cuentan cómo les fue el día y te abren las puertas su vida. Hay noches en que un pensamiento te impide dormir, un pensamiento de estos absurdos que no sabes como ha llegado a ti, pero ahí está. Lo peor es que son pensamientos que te hacen replantearte una parte de tu mundo. Esos que yo llamo "Pensamientos revolucionarios" por la revolución que le hacen a tu pequeña forma de ver las cosas.
¿En que momento decides hacerte una coraza? o ¿Cómo empieza a construirse dicho muro entre tu corazón y los sentimientos? Creo que realmente no somos conscientes de su inicio, sino que la vemos cuando ya esta casi completamente formada. De hecho, te das cuenta de ese muro cuando alguien intenta atravesarlo y tu misma te ves echando persianas y cerrojos.
Que curisoso ese mundo. Lo peor de todo es que esa coraza empieza a cambiarnos. Pasas de ser la chica carñosa a la escéptica fria incrédula. Suena feo sí, tan feo como cierto. Y es una lástima, porque gracias a gente que decide jugar con tus sentimientos, como si no hubiese suficientes juguetes en el mundo, dejas atrás tu faceta más característica, quizás. Llega hasta un punto que no crees lo que te dicen, que prefieres mantenerte a un márgen, que no quieres siquiera plantearte el tener una relación de nuevo. Que ya ha sido suficiente. Tan sólo es un método de protección, de supervivencia del corazón. Pueden rompértelo una vez, las demás ya serán sólo rasguños.
Es triste pensar que cambiamos porque nos han hecho daño. Que no queremos volver a repetir los mismos patrones. Que llega un punto en que nos da miedo el más mínimo inicio de un sentimiento, y lo apartamos sin más. No digo que sea malo, sólo necesario. A veces, simplemente, no estamos preparados para seguir soportando dolor. A veces es ahora o nunca, y elegimos el nunca. A veces no merece la pena plantearlo siquiera. A veces, simplemente, nos da miedo que pueda haber alguien que nos quiera...
¿En que momento decides hacerte una coraza? o ¿Cómo empieza a construirse dicho muro entre tu corazón y los sentimientos? Creo que realmente no somos conscientes de su inicio, sino que la vemos cuando ya esta casi completamente formada. De hecho, te das cuenta de ese muro cuando alguien intenta atravesarlo y tu misma te ves echando persianas y cerrojos.
Que curisoso ese mundo. Lo peor de todo es que esa coraza empieza a cambiarnos. Pasas de ser la chica carñosa a la escéptica fria incrédula. Suena feo sí, tan feo como cierto. Y es una lástima, porque gracias a gente que decide jugar con tus sentimientos, como si no hubiese suficientes juguetes en el mundo, dejas atrás tu faceta más característica, quizás. Llega hasta un punto que no crees lo que te dicen, que prefieres mantenerte a un márgen, que no quieres siquiera plantearte el tener una relación de nuevo. Que ya ha sido suficiente. Tan sólo es un método de protección, de supervivencia del corazón. Pueden rompértelo una vez, las demás ya serán sólo rasguños.
Es triste pensar que cambiamos porque nos han hecho daño. Que no queremos volver a repetir los mismos patrones. Que llega un punto en que nos da miedo el más mínimo inicio de un sentimiento, y lo apartamos sin más. No digo que sea malo, sólo necesario. A veces, simplemente, no estamos preparados para seguir soportando dolor. A veces es ahora o nunca, y elegimos el nunca. A veces no merece la pena plantearlo siquiera. A veces, simplemente, nos da miedo que pueda haber alguien que nos quiera...
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